jueves, 12 de febrero de 2009

Mi luz, Mi niña, Un recuerdo.

Vuelvo de nuevo después de un largo caminar con mi hermosa luz, después de una pausa en mi andar, después de una reanimación de mi fuerza debilitada a causa de mis sentimientos, de mis alegrías y tristezas, de mis ilusiones y desdichas.
Una reanimación debida a la soledad al ver como esta harmoniosa luz que hasta hace un tiempo ilumino mi camino, que acompaño a este prisionero y que ambos se dieron fuerzas para seguir adelante ya marcho hacia su querido y amado sendero, ese prado que le tenia preso el corazón, ese camino que la tenia plena de amor, ese caminar que tubo que dejar un tiempo para poder conocer lo que realmente lo necesitaba, ya como fue escrito anteriormente todo vuelve a su cauce, esta preciosa luz alumbra el amor que yace en su amado, y este prisionero sigue su camino como hasta ahora lo hizo, con el añadido d un recuerdo muy grato que le hace feliz y triste a la vez, pero alegre de saber que su luz es feliz y que la tristeza con la que vino se desbanecio en el tiempo andado...

Aquí expongo unos párrafos d mi anterior escrito, no expongo nada nuevo, únicamente algún añadido a lo ya dicho con anterioridad.
-- MI luz, mi niña, no has d preocuparte por este prisionero, no has d sentir pena ni añoranza por el, no has d sentir compasión al pensar que sufrirá al no iluminarlo, mi vida me hace sentirla con fuerza y no es mas que eso, la vida que se hace sentir y notar.--
Párrafos del escrito anterior que reafirman lo dicho aquí:


Ahora, ese día ha llegado y mi luz, mi niña, no quiere dejar de alumbrarme, se siente apenada por mi, preocupada al pensar que este prisionero sentirá dolor por ella., Mi niña, no estés triste, en todo el tiempo que llevo caminando por mi sendero el dolor se ha hecho mi aliado, lo necesito para vivir, lo necesito para sentirme vivo entre tanta oscuridad y frío, este dolor tan temido ahora es el encargado de hacerme recordar quien soy, un prisionero del amor y el sufrimiento que no podrá abandonar su camino, mi niña no sientas tristeza por mi, porque al verte fuerte de nuevo me haces feliz a mi.

Tu corazón late por tu camino, tu corazón esta preso en el, no vaciles en ir en su busca, n o vaciles en alejarte de mí, yo siempre estaré aquí, yo siempre te buscare entre las estrellas y mis lágrimas se convertirán en besos para ti.

Seguiré a tu lado, no te abandonare mientras sigas aquí, no te causare dolor como te prometí, no seré yo quien se aleje, seguiré caminando hasta que un día tu luz ya no alumbre mi andadura.

Ahora, esa espada de doble filo esta clavada en mi corazón, dándome dolor y tristeza, dándome amor y alegría.

Tiene que ser así, es simplemente la vida y hay que sentirla.

No hay comentarios: